El diciembre de 1941 el oficial de máquinas británico John Capes viajaba en un submarino (Oración simple).
La nave se chocó con una mina en la costa griega y empezó a hundirse (Oración compuesta). Capes estaba ileso (Oración copulativa con el verbo estar), pero si abandonaba la nave podría morir ahogado. Poco a poco la nave empezó a inundarse y Capes intentó buscar una salida. En el camino se topó con otros tres marineros con vida. John buscó cuatro equipos salvavidas (Oración predicativa transitiva) y salieron del submarino (Oración predicativa intransitiva) para dirigirse a la superficie. Solo Capes llegó a la superficie (Oración activa). Divisó una isla y estuvo nadando durante seis horas hasta llegar allí. Llegó a una cueva y se quedó descansando. El día siguiente dos pescadores entraron a la cueva y fueron a buscar comida y ropa para Capes. Fue llevado a la aldea (Oración pasiva) y permaneció allí durante dos semanas. Cuando se recuperó, le prestaron un burro para que pudiese viajar. Pasó más de un año deambulando de un pueblo a otro, hasta el mayo de 1943 unos pescadores le ayudaron a abandonar la isla y emprendió un viaje hasta llegar al puerto de Alejandría.
Capes explicó su historia pero nadie le creyó. Hasta que un grupo de buceadores encontraron el submarino en el que Capes viajaba.
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